Escritora Invitada: Un Primer Taller y Algunos Consejos
[Esta entrada fue escrita por Alex Arreola, una colega mexicana. ¡Gracias, Alex! —Barbara]
A principios de este mes di mi primer taller. Aunque he asistido a varios talleres de AuthorAID y tengo experiencia dando clases y presentaciones, esta fue la primera vez que preparé y facilité un taller yo sola.
Este taller cubrió temas tales como escritura de propuestas y escritura para el público en general. Fue organizado por Pronatura Península de Yucatán, una organización sin fines de lucro que se dedica a la conservación y está localizada en la ciudad de Mérida, México.
Abajo hay unos consejos basados en mi experiencia, en caso que puedan ayudar a otras personas que estén preparándose para dar un taller.
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Conoce a tu audiencia: Pregunta a los organizadores si ellos o los participantes tienen necesidades especiales o quieren que toques un tema en particular. De ser posible, pregunta a los organizadores sobre la formación de los participantes y el tipo de escritura que suelen realizar. Entre más sepas sobre tu audiencia, más fácil será encontrar casos o ejemplos relevantes.
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Prepárate, prepárate, prepárate: No importa qué tan bien conozcas el tema, investiga. Leer libros o artículos sobre el material que vas a cubrir te ayudará a encontrar nuevas formas de presentar la información. También te tranquilizará: La preparación es el mejor remedio contra el pánico escénico.
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Tómate tu tiempo: Comienza a trabajar en tu presentación, temario, y material de lectura tan pronto como sea posible. ¡No quieres estar trabajando en tu presentación la noche antes del taller!
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Duerme bien: Facilitar un taller es trabajo duro, y necesitas estar bien descansado para ello. Además, es probable que pases mucho tiempo de pie, así que viste ropa adecuada y zapatos cómodos.
Una vez que comience el taller, relájate y disfrútalo. Los talleres no son sólo una oportunidad para compartir tu conocimiento sobre un tema, también son una oportunidad para aprender de la experiencia de los participantes. En mi caso, los participantes tenían mucha experiencia escribiendo propuestas de financiamiento, y el taller fue una excelente oportunidad de aprendizaje para mí.
Y si tienes la suerte de que el talle sea en una ciudad—o país—diferente, ¡no olvides probar la gastronomía local!