Recordando a un Mentor Accesible
Esta entrada es en honor a un buen amigo y colega. Es un recordatorio que los ambientes informales—lejos de la computadora o la oficina—pueden promover la mentoría.
El amigo y colega era Scott, mi compañero de la universidad, a quien conocí al inicio del primero año. Ese año tomamos la misma clase de literatura. También trabajamos en el mismo comedor para ayudar a pagar los gastos.
Después de la universidad, Scott y yo perdimos contacto. Luego, 15 años después, visité Texas A&M University para ser entrevistada para un puesto como profesora. ¡Ahí estaba Scott! Recientemente se había convertido en profesor de Texas A&M.
Me ofrecieron—y acepté—el puesto de profesora. Scott y yo continuamos nuestra amistad. Cinco años más tarde, cuando me casé con un colega, Scott asistió a nuestra boda.
A lo largo de los años Scott, mi esposo y yo nos reuníamos periódicamente para comer. Íbamos a cenar juntos el 20 de diciembre. El dia anterior, cuando Scott no había respondido a los mensajes para confirmar los planes, llamé a su oficina. Un miembro del staff me dijo que se acababan de enterar que Scott había muerto repentinamente.
Scott era conocido como un excelente maestro y mentor. Además de ser un asesor oficial, él charlaba co los estudiantes cuando tomaba un descanso en una banca en el campus. Muchos estudiantes que no irían a su oficina recibían mentoría de esta manera.
La buena mentoría puede ocurrir en muchos ambientes. Algunos tutorados en potencia podrían no ir a la oficina del profesor—o registrarse para una mentoría en AuthorAID. Al estar disponible en un contexto informal podemos, también, dar buenos consejos.
Hasta la próxima—
Barbara