De Impartir un Taller a Asistir a un Taller
Saludos de nuevo. Espero se encuentren bien.
La semana pasada asistí a un taller de un día sobre escritura de propuestas. Como fue breve, el taller consistió casi en su totalidad de charlas, en vez de tener trabajo en grupos pequeños, que es lo ideal. No obstante, el taller fue muy bueno.
Habitualmente yo facilito talleres en vez de ser miembro de la audiencia. Estar del otro lado me ayudó a ver cosas que pueden ayudar a impartir talleres y presentaciones. Aquí hay algunas de ellas.
- El conferencista contó anécdotas para ilustrar algunos puntos. Las historias ayudaron a hacer el material interesante, memorable, y entendible.
- El conferencista dio ejemplos. Incluyó ejemplos buenos y ejemplos malos, así que sabíamos qué no hacer
- El conferencista mantuvo las diapositivas simples. La mayoría contenían sólo unos cuántos puntos y no tenían imágenes. Por lo tanto, las diapositivas apoyaban lo que decía el conferencista en vez de distraer.
- El conferencista pidió a la audiencia que escribiera sus preguntas en tarjetas. Luego respondió a las preguntas cuando el taller continuaba después de los recesos. Esta técnica hizo uso eficiente del tiempo.
- En un momento, el conferencista no estuvo seguro de un dato. Lo dijo y adivinó; los que conocíamos el dato lo compartimos. No pensamos menos del conferencista porque había olvidado un pequeño dato. Y pensar en el dato ayudó a que la audiencia participara.
¿Y qué hay del contenido? Me dio gusto ver que los consejos principales se asemejaban a los materiales de escritura de propuestas en la Biblioteca de Recursos de AuthorAID. También obtuve algunas nuevas ideas. Espero compartirlas pronto con ustedes.
Hasta la próxima—
Barbara